Inmigración y lucha de clases.
A pesar de sus denodados esfuerzos para explicar la calamitosa estructura salarial de Cortijo-España y algunos de los mecanismos del terror blanco que la hacen posible (principalmente el paro masivo y permanente), el artículo del univer-sicario V. Navarro 'Por qué los salarios son tan bajos en España' (http://blogs.publico.es/dominiopublico/5735/por-que-los-salarios-son-tan-bajos-en-espana/), elude y oculta, como es de esperar bajo las premisas del nazi-izquierdismo, el procedimiento más importantes que la caciquía ha utilizado desde 1992 (o desde la destrucción del Muro Antifascista de Berlín en 1989), para exprimir las plusvalías del trabajo: la inmigración endófoba o, más exactamente, los movimientos migratorios (inmigración y emigración), endó-xenófobos, es decir, el esquirolismo institucionalizado bajo la falsa mitología multiculturalista.
Efectivamente, desde 1992, fecha en la que unas gotas de inmigración se convierten en un río y, más tarde, en una verdadera invasión, es imposible ignorar que los caciques han importado a millones de trabajadores a precio de saldo (al menos 10 Millones desde 1991), manteniendo, con descaro, alevosía y premeditación, la misma tasa de paro (alrededor del 25%), entre una población nativa estancada demográficamente, ya sea por razones económicas (paro, precios abusivos de la vivienda, especulación inmobiliaria, bajos salarios, etc...), sociales o morales (represión sexual, tradición religiosa fanática y sadomasoquista, etc...), haciendo posibles, de esa manera, las nauseabundas estadísticas salariales, de la tasa de actividad y de empleo citadas por el univer-sicario Navarro.
Es característico de la ingenuidad del pensamiento izquierdista burgués (si a eso se le puede llamar pensamiento), el considerar el Estado del Bienestar en abstracto, en el vacío antisocial creado por las categorías económicas burguesas, sin atender a sus necesarios y sangrientos orígenes y condiciones. El Estado de Bienestar, no crece en los árboles, no es una encantación mágica que los trabajadores y sus líderes caciquiles pueden utilizar para deshacer los encantamientos del liberalismo, sino que, muy por el contrario, es producto de la lucha de clases, nace de duros golpes, amenazas e intimidaciones contra los explotadores y, por tanto, del constante esfuerzo de una clase trabajadora consciente y organizada.
Sin embargo, es precisamente la lucha de clases, su organización y la constitución de una clase trabajadora consciente, lo que, gracias en gran parte al izquierdismo, no existe en el Cortijo-España de hoy en día. Así, es el izquierdismo el que destruyó al PCE desde dentro, el izquierdismo el que lastra e impide su renacer o el izquierdismo el que defiende, a capa y espada, las políticas migratorias criminales de los caciques y, por ende, los salarios de miseria de los trabajadores, la destrucción de sus condiciones laborales y de vida y, en definitiva, la destrucción por saturación de un Estado de Bienestar utilizado por los caciques para subvencionar a sus esquiroles.
¡Caciques al GULAG!
Workers of the World, Unite!
¡Reciprocidad! ¡Repatriación! ¡Revolución!