... Estas crisis nacen de la falta de controles y regulaciones de los mercados financieros, de la especulación irresponsable y en la imposición de políticas erróneas, basadas más en el consumo que en el estímulo a la producción.
Una vez provocadas las crisis por estas razones, se pretende superarlas con recetas que agravan el fenómeno antes que mitigarlo.
Se trata de crisis cada vez más recurrentes y que tienen sus expresiones más dramáticas en el incremento de la exclusión, el desempleo, la pobreza y el desarraigo fruto de las migraciones.
Hoy, al menos una séptima parte de la población mundial es pobre, según datos de la Organización de Naciones Unidas. Y decenas de millones de ellos viven con un dólar o menos al día.
Pero las dimensiones de la pobreza no se miden, como ustedes bien saben, únicamente por la falta de recursos materiales o por lo exiguo de sus ingresos.
Pobreza es también la falta de acceso a servicios básicos como educación, salud, vivienda y a los adelantos del desarrollo científico y tecnológico.
Pobreza es también debilidad de las instituciones. He hecho referencia a la migración, que es una manifestación inequívoca de la injusticia distributiva a nivel mundial y en el interior de nuestras naciones.
Hoy, los migrantes suman más de 200 millones de personas en todo el mundo. Solo El Salvador tiene 3 millones de habitantes que viven fuera de su patria, fuera del territorio nacional, lo que representa para nuestro país cerca de la tercera parte de su población total.
En su inmensa mayoría son expulsados de nuestros países por la falta de oportunidades. Son verdaderos “pueblos parias” que vagan sin derechos ni identidad.
Al dejar sus países de origen dejan también sus derechos, que no son reconocidos muchas en sus nuevos lugares de residencia.
No tienen generalmente acceso a educación y salud y no ejercen los derechos y deberes democráticos, pierden hasta su identidad al perder en el proceso de migración sus documentos originarios.
Este fenómeno, reitero, es fruto de un orden económico mundial que afecta cada vez más a las naciones y a los pueblos pobres del planeta.
Pero las consecuencias de la crisis se manifiestan no solo en la caída del empleo y de la economía, en el incremento de la pobreza y la migración...
(Discurso completo en http://www.presidencia.gob.sv/index.php/novedades/discursos/discursos/item/3098-discurso-ante-la-xxii-cumbre-iberoamericana-de-jefes-de-estado-y-de-gobierno-c%C3%A1diz-espa%C3%B1a-17-de-noviembre-de-2012.html)
¡Caciques al GULAG!
Workers of the World, Unite!
¡Reciprocidad! ¡Repatriación! ¡Revolución!
