En un clásico exceso de celo en la consecución de los objetivos de sus amos los explotadores, el director del Gabinete Económico del narcosindicato vertical CCOO, el señor M. A. García, que recientemente aprobó el plan liberal de 'sabios' patanes y universicarios para el saqueo de las pensiones de los cobardes españolitos, ha dejado escapar el podrido hedor de la corrupción, la connivencia y la traición que acompañan, desde hace tiempo ya, las maquinaciones del sindicalismo amarillo con el que los caciques se defecan en una población engañada, pacata, abúlica, indefensa y totalmente entregada a la sodomización y demás perversiones de sus amos.
A nadie, ni siquiera a un españolito, es decir, a un paleto subnormal liberal o izquierdista, se le puede escapar la jocosidad y vacuidad de los llamamientos a la supuesta 'protesta' de unos sindicatos cómplices y organizadores del robo liberal, involucrados hasta el cuello en timos laborales, tráfico de inmigrantes, desempleo, quiebras fraudulentas, mala administración y saqueo de bancos y cajas de ahorros, improductividad e ignorancia masivas, trapicheos y subvenciones ilícitas con fines personales y que, bajo el camuflaje de las banderolas rojas, han desarticulado toda organización y protesta contra la explotación capitalista.
Hoy, el tufo podrido de la colaboración sindical, no deja saborear las mariscadas a sus dirigentes que, conscientes del peligro que corre su futuro como caciques 'obreros', intentan rectificar y ocultar las señales más descaradas y comprometidas de su traición (http://www.publico.es/dinero/456977/dirigentes-de-ccoo-piden-actuaciones-contundentes-contra-el-sabio-de-las-pensiones).
Los comunistas, sin embargo, no nos hacemos ilusiones sobre las capacidades y funciones del sindicalismo (vertical o de cualquier otro tipo), por lo que podemos tratarle como se merece. Para bien, sin duda, pero sobre todo para mal... para su mal... y puesto que el 'verticalismo' es un arma de doble filo, ya pueden imaginar lo que le espera en una revolución o bajo un gobierno proletario.
A nadie, ni siquiera a un españolito, es decir, a un paleto subnormal liberal o izquierdista, se le puede escapar la jocosidad y vacuidad de los llamamientos a la supuesta 'protesta' de unos sindicatos cómplices y organizadores del robo liberal, involucrados hasta el cuello en timos laborales, tráfico de inmigrantes, desempleo, quiebras fraudulentas, mala administración y saqueo de bancos y cajas de ahorros, improductividad e ignorancia masivas, trapicheos y subvenciones ilícitas con fines personales y que, bajo el camuflaje de las banderolas rojas, han desarticulado toda organización y protesta contra la explotación capitalista.
Hoy, el tufo podrido de la colaboración sindical, no deja saborear las mariscadas a sus dirigentes que, conscientes del peligro que corre su futuro como caciques 'obreros', intentan rectificar y ocultar las señales más descaradas y comprometidas de su traición (http://www.publico.es/dinero/456977/dirigentes-de-ccoo-piden-actuaciones-contundentes-contra-el-sabio-de-las-pensiones).
Los comunistas, sin embargo, no nos hacemos ilusiones sobre las capacidades y funciones del sindicalismo (vertical o de cualquier otro tipo), por lo que podemos tratarle como se merece. Para bien, sin duda, pero sobre todo para mal... para su mal... y puesto que el 'verticalismo' es un arma de doble filo, ya pueden imaginar lo que le espera en una revolución o bajo un gobierno proletario.
¡Caciques al GULAG!
Workers of the World, Unite!
¡Reciprocidad! ¡Repatriación! ¡Revolución!
