Friday, 2 August 2019

Brexit para españoles


Muchos, llevados por la propaganda inmigracionista, creen que Boris Johnson es una especie de payaso político. Esa era, efectivamente, la imagen (aunque no la realidad) de Johnson en Gran Bretaña, cuando, a pesar de ser un convencido europeísta, fue designado por los inmigracionistas para dirigir la campaña pro-Brexit y, así, intentar sabotearla desde dentro y denigrarla ante los ojos del público. Sin embargo, el señor Johnson, como Trump en su día, vio su oportunidad para ser Primer Ministro poniéndose al frente de la mayoría de la población trabajadora y lo ha conseguido, por lo que sería un grave error considerar que no tiene instinto o sabiduría política. En España, tras largos años de tiranía inmigracionista, la población está altamente entrenada para no ver su propia condición, por eso olvida o nunca ha sido consciente de la comicidad de sus dirigentes. Desde ZP hasta el 'Doctor Remedo', pasando por las posantes ministras feministas o una oposición bolivariana, sacada de la filmografía más absurda sobre las repúblicas bananeras o la grotesca timidez de la España Mariana, todo indica que vivimos en un entremés. Incluso Aznar, que se acercaba al digno porte de un señor de sustancia y seriedad, se burló de España mancillando los símbolos más sagrados de su historia con una estrafalaria boda de culebrón. 

La razón por la que políticos burlescos de 'nuevo' cuño han podido hacerse con el poder es, en realidad, bastante clara. La izquierdización y efectiva destrucción de los partidos obreros tradicionales, mediante la censura, su exclusión de los medios, leyes electorales fraudulentas y la corrupción política que impide su financiación en igualdad de condiciones, han dejado como única oposición al inmigracionismo ambiente a tipos burgueses, más o menos 'marginales'. Sin embargo, no hay que creer que no tienen apoyo popular o fuertes razones y corrientes en las que se sustentan. Este tipo de líderes se ha puesto al frente de una población descabezada, desorganizada, y abrumada por largos años de derrota, pero que aún tiene el instinto de justicia y lucha por sobrevivir frente al asalto inmiracionista. Sin partido proletario, no se puede hacer mucho más.     
                                 

                                     
                                     
                                    comité espartaco