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La falsa emergencia 'sanitaria' que sufrimos, tiene todas las características de una operación punitiva contra la población, con claros objetivos económicos y políticos. Por un lado se trata de aterrorizar y disciplinar a una población crédula, cobarde y desorganizada que, a pesar de todo, se estaba escorando demasiado hacia el rechazo del régimen inmigracionista. Por otro, ha sido una oportunidad de oro para chantajear a la UE, saquear de nuevo la hacienda pública con métodos parecidos a los utilizados en la última crisis y reorganizar la economía negrera. El aumento del paro, no es más que un instrumento de terror y disciplina que fuerza, aún más, los salarios a la baja, destruye los estándares laborales, equipara a trabajadores nativos e importados y obliga a muchos a emigrar, eliminando las ventajas que un hipotético cierre de fronteras podría tener para los trabajadores. Además, las nuevas medidas de control social, hacen imposible una reacción rápida o espontánea de la clase obrera y reducen la posibilidad de protestas, mientras el pánico 'sanitario' ayuda a atomizar a la población y a controlarla mejor. Esta falsa pandemia, no es más que el régimen inmigracionista defendiéndose contra cualquier tipo de resistencia obrera.
comité espartaco |
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