El capitalismo especulador y ladrillero continúa su desgobierno y toreo en Cortijo-España.
La inmensa riqueza pública y privada creada por los trabajadores españoles, su desorganización como clase, su alienación y cobardía y la repelente izquierdización sufrida por grandes sectores, aún permiten una intensificación de la ofensiva capitalista especuladora e improductiva de la caciquía y garantizan la reproducción del sistema explotador por algún tiempo más. En semejante contexto, la toma de posesión del nuevo desgobierno caciquil, lleno de los mismos abogaduchos y picapleitos, 'economistas' y mercachifles que han conducido a la ruina a nuestro despreciable cortijo, no es extraña sino, más bien, el adecuado y necesario corolario de la enajenación mental, la prepotencia e insolencia de una burguesía incapaz, abúlica y cleptómana pero, también, de una población atrasada, lumpemproletarizada y pusilánime, fiel reflejo de los largos años de opresión civil y militar, los exterminios y las manipulaciones.
Sin embargo y a pesar de las 'inversiones' políticas en los cuerpos y fuerzas de seguridad del Secuestrado Estado, la negativa a cambiar de rumbo y los decididos pasos hacia el desastre total, han de ser bienvenidos por todos los revolucionarios del mundo, ya que aseguran la polarización de la ciudadanía, su pauperización y esclavización, enfrentándola, cada vez más, al dilema fundamental de la existencia humana, es decir, al duelo mortal entre el Capital y el Trabajo.
Workers of the World, Unite!
¡Reciprocidad! ¡Repatriación! ¡Revolución!