Monday, 30 April 2012

Francia y Cortijo-España



Ruina Liberal, Deportación Laboral y Revolución.


Los sensacionales avances del Frente Nacional (FN), han regenerado el papel de Francia como tierra del clasicismo político, enviando devastadores temblores cuasi-revolucionarios por la espina dorsal de la repugnante oligarquía liberal que explota y se defeca en los trabajadores franceses y europeos. Con un 18% de los votos del hastiado electorado francés, el FN se ha alzado con el arbitraje de la podrida situación en Francia y forzado a los candidatos del capital, conservadores y socialtraidores por igual, a hablar del trabajo, es decir, de la inmigración endófoba y liberal utilizada para destruirlo. Tanto es así que, la canalla liberal, no ya francesa, sino alemana y europea, se despedaza entre sí para ofrecer sedantes, analgésicos y atenuantes contra la desastrosa globalización que ella misma ha organizado.


Desde un punto de vista revolucionario, el éxito electoral de la protesta y descontento ciudadanos, siempre conlleva el riesgo contrarrevolucionario del 'socialreformismo', en el que el capital, embriagado por sus últimas y abrumadoras victorias, pero agobiado por un malestar popular que cala hondo, ralentizaría momentáneamente sus avances para evitar un estallido social ya que, la preservación del status quo, es claramente favorable a la explotación. Sin duda, Francia a pesar del chantaje exterior de una Alemania rapaz y ultraliberal, se ve abocada, bajo el peso de una parte considerable del electorado, hacia una situación reformista semejante, ya sea a manos del bonapartismo sarkozista o del hollandismo socialtraidor. 


En Cortijo-España, la mansedumbre de la población, la deseconomía ladrillera y corrupta del 'slash and burn', la expulsión de millones de trabajadores nativos al exterior y su sustitución por extranjeros, así como el fanatismo liberal de la caciquía nacionalcatólica necesario para el saqueo y despojo de una población indefensa, impediría la recaída en un 'socialreformismo' local, empujando a los explotadores a una carrera depredadora que, por el momento, solo puede encontrar sus límites en el exterior, es decir, en una Europa temerosa de un estallido revolucionario que podría extenderse con rapidez por el continente y allende los mares. Afortunadamente, los caciques cortijero-españoles no pueden parar su sistema de saqueo y despojo (aunque, quizás, podrían ser obligados a hacerlo por Francia e incluso Alemania), haciendo de Cortijo-España un caldo de cultivo de la revolución que solo espera su partido dialéctico para actualizarla.


Workers of the World, Unite!
¡Reciprocidad! ¡Repatriación! ¡Revolución!