El Racismo de la Burguesía Corrupta.
Una vez más, la odiosa y traidora socialdemocracia se hace con las riendas de una Francia sin alternativa proletaria a la explotación, el abuso y la exacción burguesa. En una campaña en la que el consenso oligárquico sobre la importación de mano de obra esclava no se puso en duda o, siquiera, discutió, el candidato Sarkozy creyó poder hacerse con los votos de protesta de una gran parte de la población jugando la baza racista, antisemita y anti-islámica que, sin embargo, está muy lejos del verdadero núcleo de la cuestión inmigrante, desde el punto de vista de la clase obrera. Efectivamente, la incomprensión del fenómeno migratorio por parte de la burguesía, de derechas y de izquierdas, es total y los dislates y despropósitos del señor Sarkozy, solo muestran el abismo existente entre la casta política y la población trabajadora.
La inmigración para los trabajadores no es un asunto racial, aunque la carta étnica es, evidentemente, utilizada por la burguesía explotadora y rapaz en busca de la plusvalía extrema. De ahí que siempre intente neutralizar a sus enemigos, es decir, a los que se oponen a la inmigración endófoba y esclavista, con gritos e improperios de 'racismo', 'xenofobia', etc... Sin embargo, el descontento obrero sobre la inmigración es simple y básico, aunque pueda manifestarse también en tensiones étnicas, dadas las condiciones en las que la burguesía importa a sus esclavos. La inmigración endófoba es el esquirolismo institucionalizado, es decir, la competición laboral a muerte, la destrucción de salarios, de las condiciones de trabajo y el saqueo de la hacienda pública para complementar los salarios de hambre de los inmigrantes. Es por eso que, Sarkozy se ha suicidado al tratar de utilizar el racismo en su campaña electoral pues, en verdad, el impacto de los inmigrantes de Europa del Este, ha tenido tanta o más importancia en la destrucción del mercado de trabajo francés (también del inglés, suizo, etc...), que el de los inmigrantes no europeos. Algo que, la burguesía liberal, no solo no comprende, al estar ensimismada por su propio culo negrero y usurero, sino que no quiere comprender, ya que ello acarrearía la destrucción de su propio sistema de explotación, es decir, de la inmigración.
N.B: Censurado en elpais.com
Una vez más, la odiosa y traidora socialdemocracia se hace con las riendas de una Francia sin alternativa proletaria a la explotación, el abuso y la exacción burguesa. En una campaña en la que el consenso oligárquico sobre la importación de mano de obra esclava no se puso en duda o, siquiera, discutió, el candidato Sarkozy creyó poder hacerse con los votos de protesta de una gran parte de la población jugando la baza racista, antisemita y anti-islámica que, sin embargo, está muy lejos del verdadero núcleo de la cuestión inmigrante, desde el punto de vista de la clase obrera. Efectivamente, la incomprensión del fenómeno migratorio por parte de la burguesía, de derechas y de izquierdas, es total y los dislates y despropósitos del señor Sarkozy, solo muestran el abismo existente entre la casta política y la población trabajadora.
La inmigración para los trabajadores no es un asunto racial, aunque la carta étnica es, evidentemente, utilizada por la burguesía explotadora y rapaz en busca de la plusvalía extrema. De ahí que siempre intente neutralizar a sus enemigos, es decir, a los que se oponen a la inmigración endófoba y esclavista, con gritos e improperios de 'racismo', 'xenofobia', etc... Sin embargo, el descontento obrero sobre la inmigración es simple y básico, aunque pueda manifestarse también en tensiones étnicas, dadas las condiciones en las que la burguesía importa a sus esclavos. La inmigración endófoba es el esquirolismo institucionalizado, es decir, la competición laboral a muerte, la destrucción de salarios, de las condiciones de trabajo y el saqueo de la hacienda pública para complementar los salarios de hambre de los inmigrantes. Es por eso que, Sarkozy se ha suicidado al tratar de utilizar el racismo en su campaña electoral pues, en verdad, el impacto de los inmigrantes de Europa del Este, ha tenido tanta o más importancia en la destrucción del mercado de trabajo francés (también del inglés, suizo, etc...), que el de los inmigrantes no europeos. Algo que, la burguesía liberal, no solo no comprende, al estar ensimismada por su propio culo negrero y usurero, sino que no quiere comprender, ya que ello acarrearía la destrucción de su propio sistema de explotación, es decir, de la inmigración.
N.B: Censurado en elpais.com
¡Reciprocidad! ¡Repatriación! ¡Revolución!