Separación de poderes, unidad de explotación.
Ríos de tinta y materia gris han corrido en defensa de la filfa burguesa de una separación de poderes que aspiraba, ingenuamente, al balance, control, equilibrio y contrapeso de sus diferentes ramas.
Hoy, sin embargo, en un Cortijo-España vapuleado por la crisis, asistimos a la desintegración de un mito político que ha sido vaciado de todo contenido por una caciquía depravada y empapada en corrupción.
Así, la prácticamente inexistente separación entre poder ejecutivo y legislativo (poderes que, por otra parte han sido 'elegidos' con técnicas electorales fraudulentas, viciadas y trucadas contra los trabajadores), se complementa con el aún más tradicional y escandaloso monopolio del poder judicial por una verdadera casta de mamporreros picapleitos del capital, que no tiene el menor reparo en declararse inmune y completamente independiente de todo control democrático (por mínimo que ese sea), proclamándose más allá del escrutinio de los mortales y negando las teorías de balances y contrapesos que fundamentan y justifican su existencia, para mejor oficiar su verdadera función, que no es otra que la sujeción 'legal' de la población trabajadora y su avasallamiento de clase, en confluencia y harmonía con el resto de los poderes burgueses que sirven de fachada ilusoria a un Antiguo Régimen que aún perdura.
N.B: Censurado en elpais.com y kaosenlared.net
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