Los mercados destruyen Cortijo-España.
Abandonada por su Dios Capital, la caciquía cortijera patalea, llora y protesta la injusticia de esos mercados que, hasta hace unos días, constituían el río revuelto en el que su corrupción, indolencia, improductividad e ignorancia campaban a sus anchas con total impunidad.
Hoy, horrorizados y espantados ante la dura realidad de los mecanismos de un mercado que ha sido manipulado, suavizado e intervenido con ingentes cantidades de dinero público en beneficio de la apropiación privada, nuestros caciques suplican a sus amos alemanes y franceses, el rescate que les permita esquivar, una vez más, su inexorable cita con la historia en el cadalso.
Sin embargo, los proletarios, a nuestro pesar, coincidimos con los caciques en que los mercados no reflejan la realidad económica de la situación. Efectivamente, sin la masiva intervención pública, es decir, sin la socialización de las pérdidas creadas por la apropiación privada de gran parte de la sociedad, hace tiempo ya que el capitalismo y sus sistemas asociados de explotación, como el feudo-capitalismo de Cortijo-España, habrían desaparecido de la faz de la Tierra.
En el escandaloso caso de Cortijo-España, es evidente que solo la fraudulenta manipulación y adulteración de los mecanismos de mercado, incluidos los movimientos migratorios (forma eminente de amaño de los mercados), pueden mantener a flote a millones y millones de parados y trabajadores, involucrados en actividades de bajo valor añadido, improductivas o de recolección y destrucción y dirigidos por una corrupta casta de ineptos y estériles gandules.
¡Caciques al GULAG!
Workers of the World, Unite!
¡Reciprocidad! ¡Repatriación! ¡Revolución!