Demasiado tarde, la corrupta casta política de Canarias acusa a la inmigración.
(ver http://paulinorivero.com/2012/12/23/un-debate-inaplazable/
o http://www.publico.es/447892/rivero-quiere-limitar-la-inmigracion-para-reducir-el-paro-en-canarias)
Los culpables y responsables de la conspiración migratoria endófoba contra el cobarde pueblo español, intentan abandonar un barco que se hunde rápidamente. Incapaces de administrar una situación insostenible, fruto de su propia insensatez y locura explotadora, algunos caciques pretenden controlar la inmigración que pone en peligro la estabilidad de su taifa.
En las Islas Canarias, el cortijo revienta saturado por una inmigración salvaje y despiadada, no solo de alemanes y británicos colonialistas y segregacionistas, sino de los venezolanos más reaccionarios y liberales, refugiados del chavismo y que utilizan sus moradas como embajadas y agencias de empleo, haciendo imposible el descanso nocturno de unos nativos a los que tratan como lo que son, súbditos de segunda categoría en vías de extinción.
En las calles y en los centros de salud de estas Islas Desafortunadas, en las oficinas de desempleo y en las comisarías, donde miles de extranjeros se amontonan en colas eternas para pedir permisos de trabajo, residencia o asistencia social, el peso de la inmigración endófoba se hace sentir con la virulencia de una verdadera invasión de exterminio, por lo que no es de extrañar que sean los caciques del lugar los que, sintiendo el descontento generalizado, intenten abrir un 'debate' sobre la inmigración y colocarse al frente de la reacción popular que podría destruirles.
¡Caciques al GULAG!
Workers of the World, Unite!
¡Reciprocidad! ¡Repatriación! ¡Revolución!
