La más reciente invasión inmigrante a la que Australia ha sido sometida en beneficio de sus explotadores, parece haber tocado fondo bajo la amenaza electoral de los trabajadores.
Al contrario que en Cortijo-España, donde la caciquía ha conseguido un dominio casi absoluto de su cobarde población, posibilitando las despiadadas políticas de puertas abiertas, liberalización total del fluido migratorio y eliminación de fronteras (véase el asalto a Melilla hoy, organizado por el desgobierno caciquil y sus oo.nn.gg), deportando a cientos de miles de trabajadores nativos (entre los que se encuentran algunos de los más cualificados y formados) e importando a millones y millones de trabajadores extranjeros (entre ellos elementos mafiosos y criminales de gran notoriedad y falta de escrúpulos), Australia parece decir basta a la invasión migratoria organizada por las élites y que busca, como es habitual, la reducción de salarios y destrucción de las condiciones de trabajo, la segmentación étnica y cultural de la fuerza laboral, las ventajas comerciales con otros países (en especial China, Vietnam, etc...), etc, etc...
Las medidas de protección adoptadas por Australia contra la inmigración salvaje y camuflada de asilo político, a pesar de haber provocado la histeria y la agonía más aguda entre los trabajadores inmigrantes, los babosos izquierdistas y sus compinches explotadores, organizados en iglesias, oo.nn.gg y demás corporaciones 'sangrantes', son una victoria de los trabajadores australianos, que muestran así su disposición a abandonar, al menos en su casa, las influencias ideológicas, filfas, trolas y abusos migratorios de su rapaz oligarquía.
Sin embargo, toda acción tiene su reacción y los explotadores australianos, reacios e incapaces de mandar a los inmigrantes a sus lugares de origen o, simplemente, impedirles el acceso a Australia, podrían estar creando gulags capitalistas en Papúa Nueva Guinea, ya sea como polos de nueva inmigración camuflada hacia Australia o como colonias de 'desarrollo' para la explotación capitalista de la isla.
En cualquier caso, los habitantes nativos de Papúa, van a ser golpeados de forma contundente por una inmigración mucho más salvaje que las junglas en las que viven, garantizando la plena incorporación de Papúa Nueva Guinea al sistema de explotación y expolio capitalista internacional y a la guerra de clases mundial... ¡Bienvenidos camaradas!
¡Caciques al GULAG!
Workers of the World, Unite!
¡Reciprocidad! ¡Repatriación! ¡Revolución!