Es habitual, entre la ignorante morralla universicaria (ver por ejemplo http://blogs.publico.es/vicenc-navarro/2013/07/09/franquismo-o-fascismo/) y política de Cortijo-España, así como entre ciertos círculos de la historiografía burguesa internacional, el considerar al franquismo o caciquismo o nacionalcatolicismo, como parte integrante de los movimientos y regímenes fascistas. Nada más alejado de la realidad histórica.
Una comprensión adecuada del fenómeno fascista y su relación con el franquismo y por ende, de la historia reciente de Cortijo-España, requiere, entre otras cosas, la estricta distinción entre la naif utilización del término 'fascista' como vehículo de oprobio, injuria, escarnio y agravio, permisible y necesario en la encarnizada y diaria guerra de clases y, por otra parte, su significado como categoría de la historiografía científica.
El fascismo, que surgió como movimiento masivo, popular y socialista de los trabajadores sicilianos a finales del siglo XIX, fue reprimido hasta su destrucción y, posteriormente, reconstituido, infiltrado y secuestrado por la oligarquía italiana como 'fascismo' reaccionario y utilizado, tras la I Guerra Mundial, como instrumento de masas contra una, más que posible e inminente, revolución socialista en Italia.
El nazismo, por su parte, fue una creación del Estado Mayor Alemán, de la casta militar alemana, en busca de revancha, tanto contra la oposición interior y la revolución socialista, como contra el nuevo orden mundial salido de su 'derrota' en la I Guerra Mundial. Un acto de revancha en persecución de la guerra total. La inversión y transformación dialéctica de la guerra 'clausewiana' como instrumento político, en la política como instrumento de guerra.
A pesar de sus diferencias, el nazismo y el fascismo son lo suficientemente convergentes como para poder hablar de 'nazifascismo' pues, efectivamente, comparten una misma esencia 'bélica' que les separa, fundamental y necesariamente, del franquismo. El nazifascismo, es un movimiento 'revolucionario' conservador, que busca y necesita la movilización popular masiva (de ahí que sus líderes fueran verdaderos 'plebeyos', al contrario de un José Antonio Primo de Rivera o los mandos de la casta militar en Cortijo-España), la industrialización militar y la guerra, con el objetivo de desarticular la revolución socialista y provocar una expansión imperial que alivie las protestas y el descontento nacional, relaje las consecuencias más onerosas de la explotación o la transfiera a otros pueblos.
La guerra es la verdadera medida del nazifascismo y su insalvable diferencia con el nacionalcatolicismo, pues a pesar de la Guerra Civil Española, una guerra no 'deseada', 'inesperada' y 'accidental' para los caciques y que solo fue posible por la heroica, pero improvisada, resistencia obrera, el franquismo, es decir, la criminal oligarquía de Cortijo-España, era y es 'pacifista' y cobarde hasta la médula y solo buscaba la impune represión de sus trabajadores para preservar el lamentable y podrido estado de su cortijo.
El franquismo, el caciquismo, al contrario del nazifascismo, no es un movimiento ni popular, ni 'revolucionario' conservador, ni audaz, ni guerrero, ni imperial, a pesar de la ridícula retórica de su literatura, sino un fenómeno conservador, represor y pacifista, que quiere evitar cualquier confrontación bélica pues sabe que, en la guerra, su ineptitud, cobardía, traición y dependencia exterior, son siempre puestas en evidencia y los cambios socio-político y económicos se fuerzan sobre su agobiada y anacrónica existencia. Así pasó tras la Guerra del Rif, ganada con la asistencia de Francia o tras la Guerra Civil, ganada con la asistencia de Alemania, Italia, Gran Bretaña y Francia. Es por eso, también, por lo que Franco toreó a Hitler y evitó la II Guerra Mundial y, más tarde, al confirmar el desastre imperial de Portugal, rehuyó la guerra colonial en el Sáhara, abandonando sus plazas a su suerte y por eso, también, por lo que nunca luchará para recuperar Gibraltar. Franquismo no es fascismo.
¡Caciques al GULAG!
Workers of the World, Unite!
¡Reciprocidad! ¡Repatriación! ¡Revolución!