La estructura política de España es clara y diáfana y está dirigida contra el marxismo. Para destruir al PCE, con el que se pactó la Transición y la Democracia, los caciques organizaron leyes electorales fraudulentas, la división entre izquierda y derecha (partidos más importantes, PPSOE), la fragmentación de territorio, (para lo que potenciaron a los partidos nacionalistas y el terrorismo) y la corrupción (para financiar a los partidos anti-obreros). Más tarde, ante la amenaza de las revueltas árabes y el descontento generalizado, también inventaron Podemos, para controlar la presión social. Es por eso por lo que, los diferentes Desgobiernos, son sistemáticamente apoyados por los nacionalistas, ya que forman parte esencial del sistema político. Los otros factores importantes de división de los trabajadores y ciudadanos españoles en general son el feminismo/elegetebismo y la inmigración, que ha creado sociedades extranjeras dentro de España. Con un país dividido en todas las esferas, los caciques se mantienen en el poder.
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