El 20-N en el País Vasco.
Los resultados electorales en el País Vasco, reflejan la forzada artificialidad sobre la que se basa el vasquismo y el principio del proceso de desintegración de la farsa nacionalista burguesa.
La imposibilidad de seguir manteniendo a la ETA (retoño del vasquismo peneuvista extremo disfrazado de 'marxista-leninista'), como estrategia caciquil contra la unidad de los obreros españoles, ha despejado el panorama político de la región y demostrado que, tras largos años de 'vasquización' forzada, el nacionalismo no ha conseguido tanto como cabría esperar.
En general, los resultados electorales, son un reflejo del resto de Cortijo-España, modulado por el nacionalismo. La abstención, aunque menor que en el 2008, es de un 30,8 % y si añadimos los votos nulos y en blanco, alcanzaríamos un 32,98 %, es decir, como en Cortijo-España, un tercio del electorado no se siente representado por las opciones caciquiles en oferta.
El resto de los votos se reparte, más o menos equitativamente, entre el PNV (27,42 %), AMAIUR (24,12 %), PSE-PPSOE (21,54 %) y el PP-PPSOE (17,80 %), seguidos de lejos por las demás formaciones. Lo que supondría, como en Cortijo-España en su conjunto y sumando abstención, votos en blanco y nulos y AMAIRU y PSE, dos tercios de rechazo a las políticas descaradamente expoliadoras representadas por la derecha del PP y PNV.
Por otra parte, es evidente que la enorme desproporción entre votos y representantes conseguidos, es efecto de los trucos y trampas de una ley electoral viciada, corrupta y diseñada para destruir al PCE. Así, el nacionalismo, debe la mayor parte de su desmesurado impacto a una distorsión electoral y caciquil desbocada y será la primera víctima de una reforma verdaderamente democrática del voto y la representación popular, por lo que es seguro que se opondrán a ella sin contrapartidas sustanciales.
Un análisis de los resultados por provincias o de Navarra, solo puede ser desolador para el nacionalismo, ya que pone en evidencia lo ilusorio de la mítica 'Hego Euskal Herria'. El País Vasco ha sido disuelto, políticamente, en sus tres provincias; Vizcaya, nacionalista de derechas, Guipúzcoa nacionalista de izquierdas y Alava, de derechas a secas, como Navarra. Un sistema electoral democrático, hará saltar el embrujo nacionalista por los aires.
N.B: Censurado en Kaosenlared.net
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