La inmigración masiva y descontrolada que sufrimos, tiene también graves efectos en los países emisores. Algo puesto claramente de manifiesto con la reciente crisis en Venezuela y el conflicto migratorio con sus vecinos, muchos de ellos, como Ecuador o Brasil, inmigracionistas y globalistas. Con la emigración, las tiranías tercermundistas, que fomentan el odio y el racismo contra un Occidente al que culpan de todos sus males, pueden deshacerse de sus excedentes demográficos, deportar y eliminar disimuladamente a sus opositores políticos, practicar dumping con sus desequilibrios sexuales, consolidar económicamente sus regímenes corruptos y ganar influencia internacional con unas nutridas colonias de expatriados que ayudan a fomentar la división de los trabajadores en los países de acogida. La inmigración globalista es una estrategia que permite a los explotadores de Oriente y Occidente, colaborar en el saqueo de la población mundial, todo ello con las generosas subvenciones de los trabajadores del planeta.
comité espartaco