Monday, 28 November 2011

La Frontera Noroeste de la Revolución

Por la intervención revolucionaria de la OTAN en Pakistán.

Tras largos años de guerra y gran número de bajas en Afganistán, la OTAN y los EEUU empiezan a comprender los graves errores estratégicos que les han llevado a intervenir en un avispero político-militar de complejidad extrema y del que, a duras penas, pueden salir victoriosos.

La furia provocada por los atentados del 11-S, fue la coartada perfecta para embarcarse en una guerra que, si bien contaba con los medios más modernos y sofisticados desde un punto de vista estrictamente técnico-militar, no fue considerada con rigor desde el punto de vista político.

La fingida simpatía y solidaridad generada por los atentados de América en la región, la nueva situación política creada en al zona tras la forzada desaparición de la URSS, la inadecuada estimación de las resistencias tribales, culturales, religiosas y económicas de Afganitán y Pakistán, la supuesta amistad con la Nueva China y sobre todo, la creencia de contar con Pakistán como sólido aliado y fiel régimen clientelar de 'occidente', han conducido a la OTAN a un callejón sin salida en el que la victoria, si se produce bajo los presupuestos y objetivos actuales, será pírrica.

La decisión de convertir las acciones punitivas contra los talibanes y Al-Queda en operaciones de cambio de régimen, estaban condenadas al fracaso desde el momento en que no consideraban la verdadera fuente y origen de la situación, es decir, el nefasto y atroz régimen de Pakistán, un régimen que utiliza a los cautivos y atrasados habitantes de los superpoblados valles de la región, literalmente, como carne de cañón y que, dopado con las abundantes ayudas financieras y materiales de occidente, ha hecho del chantaje y la extorsión su modo de vida y 'producción', por lo que solo puede estar interesado en el alargamiento indefinido de un conflicto que le proporciona grandes beneficios.

La OTAN, como la Unión Soviética en su día, está atrapada y rodeada de enemigos estratégicos interesados en su desgaste militar y político, aislada en un campo de batalla de poco valor si los puertos de Khyber y Bolán que controla, no son utilizados en su función histórica de más solera, es decir, para llevar la guerra a Pakistán, una guerra que, necesariamente, tendrá que ser revolucionaria pues, solo movilizando a grandes capas de la población pakistaní contra su depravada oligarquía, podrá destruirse el modo de producción chantajista del que depende.

Para vencer, la OTAN tendrá que transformar la guerra en guerra de clases, es decir, tendrá que promover la revolución, aunque sea burguesa, en Pakistán. Los proletarios de todo el mundo, solo pueden alegrarse de ello y fomentar esta nueva transformación revolucionaria de la OTAN.

N.B: Censurado en Kaosenlared.net


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