Contra Negri. Ensayo proletario de historia.
La izquierda, que no es más que el Caballo de Troya de la burguesía en el movimiento obrero y que, como tal, busca su paralización y destrucción (algo que ha conseguido con bastante éxito), basa la posibilidad de su existencia en la diferencia y confusión entre los conceptos de 'clase en sí' y 'clase para sí'.
Desde un punto de vista proletario, es decir, revolucionario, el reconocimiento de las categorías científicas que hacen posible el estudio de la sociedad, no es suficiente para cambiarla. De ahí, por ejemplo, que las universidades e instituciones 'científicas' o pseudo-científicas en Cortijo-España y otros lugares del mundo, sean un baluarte del orden establecido.
La revolución es el acto de toma de conciencia por antonomasia y necesita, además, que el proletariado se reconozca a sí mismo en la lucha contra la explotación, que se convierta en un sujeto histórico activo que supere la realidad burguesa, es decir, los proletarios necesitan reconocerse a sí mismos como clase y convertirse, no ya en lo que son, una clase para el estudio y explotación burgueses, sino una clase para sí que, reconociéndose a sí misma como actor en la historia, desafíe y destruya la explotación en todas sus formas. Es necesario pasar de las clases a la guerra de clases. Algo que solo puede conseguirse y materializarse a través de un partido proletario, instrumento militar de los trabajadores. Cualquier otro método, por 'improvisado' y 'feliz' que sea, tendrá que vérselas con la violencia de los explotadores y, si no consigue articular una respuesta militar adecuada, estará abocado al fracaso.
Es por eso que, todos los esfuerzos teórico-prácticos de la burguesía, de izquierda y derecha, intentan por un lado, negar el concepto de clases y, por otro, cuando la realidad impone necesariamente su pesada carga, entorpecer todo intento de reconocimiento y toma de conciencia por parte del proletariado, de esa crucial diferencia entre 'clase en sí' y 'clase para sí' que hace posible la revolución.
No es extraño, por tanto, que cualquier movimiento social que amenace con romper el estado de torpor y quiera despertar al proletariado de su condición letárgica, cuente con 'extremistas' visionarios de una supuesta modernidad 'libre', que intentan, haciéndose pasar por amigos, negar de una u otra forma las categorías proletarias de clase y, en última instancia, el sujeto mismo que hace posible la guerra de clases: el proletariado.
Proletarii vsekh stran, soyedinyaytes'! - Proletarier aller Länder, vereinigt euch! - ¡Proletarios de todos los países, uníos!
¡Guerra de clases!¡Caciques al gulag!
¡Reciprocidad! ¡Repatriación! ¡Revolución!
(European Communist Party, in Facebook)