Friday, 24 August 2012

Cortijo-España o la Larga Noche de la Eterna Infancia



La unidad familiar caciquil fagocita al individuo. 

Con la reordenación de la ayuda cieneurista a parados, los corruptos caciques han anulado (formalmente, pues ya estaba abolida de hecho), la individualidad de los millones y millones de desempleados producidos por su régimen de improducción, asimilando o consolidando, para usar su lenguaje contable, a la persona con una familia de la que depende totalmente y de la que no puede escapar y anulando cualquier diferencia que pudiera haber existido entre los sujetos que la componen. 

El corrupto desgobierno toma cartas en el asunto y fuerza sin miramientos la solidaridad-dominio familiar a millones de seres, alargando aún más si cabe, la dilatada infancia de unos vasallos-niños españoles que, como suele pasarle a los niños, son estériles y asexuados, no pueden reproducirse y formar familias propias o tomar decisiones de ningún tipo y han de someterse a los dictados, más o menos razonables, de sus padres y mentores, es decir, lo único que reproducen es el régimen cortijero y caciquil del que provienen. Lo que explicaría, por otra parte, que incluso la policía, en sus labores represivas y de intimidación, siempre pida el nombre de los padres a aquellos a los que interpela y lo que explica, sin lugar a dudas, los desmesurados esfuerzos de una sociedad, infantilizada y en ruinas, por entretener a sus niños con fútbol y demás juegos evasivos. 

La corrompida oligarquía de Cortijo-España, empecinada en una utopía ultraliberal inalcanzable y que se estrella a cada paso con la dura realidad de la condición humana creada por el capitalismo, continúa con sus arrogantes medidas extremas de expolio y saqueo contra unos trabajadores que, bajo la influencia del fútbol, las drogas, el miedo y la mentalidad liberal, se niegan a reaccionar de forma contundente ante las, cada vez más, agresivas cagadas de sus amos. 

Sin embargo, el estar desgobernado y explotado por depravados, envilecidos, corrompidos, tarados, majaderos, dementes, lunáticos y cretinos caciques, siempre ha tenido claras ventajas políticas para aquellos que han sabido zafarse de la nefasta influencia inmoral de sus torturadores. Poner el ventilador en una guardería llena de mierda, solo puede traer las necesarias y merecidas consecuencias que los caciques, afortunadamente, se niegan a reconocer. Esperemos, por tanto, que sigan apretando las tuercas y aumentando la presión, pues, es evidente que la revolución depende, cada vez más, de nosotros mismos.

¡Caciques al GULAG!
Workers of the World, Unite!
¡Reciprocidad! ¡Repatriación! ¡Revolución!