Saturday, 17 September 2011

Imperialismo Inverso

Entre las nefastas consecuencias de la confusión sembrada por el izquierdismo en el seno de la clase obrera, se encuentra la extendida y errónea concepción del imperialismo como única y exclusiva expresión del poderío y la arrogancia de las naciones occidentales.

La identificación Occidente e Imperio, es una simplificación tan extrema, como infantil y nace de un olvido premeditado de la historia como lucha de clases, a través del cual se pretende introducir la ilusión de la historia como lucha nacional de unos supuestos pueblos, dechado de virtudes y sin fisuras clasistas, contra otros. En este popurrí ideológico burgués, los buenos e inmaculados nativos, en armonía eterna y paradisiaca, son vapuleados por los demonios extranjeros, no por sus cualidades intrínsecas, sino por la satánica ayuda que derivan de su tecnología. La lógica consecuencia de esta visión de cuento de hadas es, no solo el 'enmascaramiento' de la lucha de clases local, sino la activa participación de la población trabajadora en el mantenimiento de los intereses y la supervivencia de las deplorables oligarquías nominalmente nativas.

El imperialismo es, ante todo, un fenómeno de clase y no solo nacional u occidental. Numerosas son las acciones militares imperiales de las oligarquías de los países del Tercer Mundo. Etiopía en Somalia y viceversa, la Libia de Gaddafi en Chad, China contra Vietnam, India contra Pakistán, Bolivia contra Chile, etc, etc... son ejemplos de acciones imperialistas que nada tienen que envidiar a las acciones de las potencias occidentales. Sin embargo, es con la globalización, fenómeno capitalista por antonomasia, es decir, de lucha de clases, con la que el potencial imperial de las oligarquías del Tercer Mundo se actualiza con toda su fuerza, pues es la globalización la que permite la utilización de las ventajas comparativas más importantes de los países subdesarrollados, a saber: la gran cantidad de mano de obra, su bajo coste, la falta total de condiciones laborales civilizadas, la debilidad de las organizaciones obreras, las políticas demográficas de superpoblación que garantizan más mano de obra y, no menos importante, los flujos migratorios, es decir, la forzada movilidad de una población educada y adiestrada en el liberalismo más atroz, el odio a occidente y dispuesta a todo para ganarse la vida.

Hoy, la expansión imperial del Tercer Mundo, que podríamos calificar de 'imperialismo inverso', se manifiesta con verdaderas colonias en occidente y, en el caso de China, por todo el mundo. Colonias que, por otro lado, solo han sido posibles gracias a la connivencia de las oligarquías occidentales y locales, demostrando, una vez más, la esencial unidad internacional, de clase, de esas oligarquías y el verdadero carácter del imperialismo capitalista.

Proletarii vsekh stran, soyedinyaytes'! - Proletarier aller Länder, vereinigt euch! - ¡Proletarios de todos los países, uníos!

¡Guerra de clases!¡Caciques al gulag!

¡Reciprocidad! ¡Repatriación! ¡Revolución!

(European Communist Party, in Facebook)