Una de las manifestaciones que plasman la profunda diferencia entre marxismo e izquierdismo, es la absurda, infantil, equivocada y reaccionaria concepción izquierdista del imperialismo, que se deriva, en última instancia, de una pobre y ruinosa comprensión filosófica en general y, muy especialmente, del capitalismo.
La crudeza intelectual de las posiciones izquierdistas, que no son más que un deslucido sucedáneo de la ciencia proletaria, impide a sus 'tenderos' concebir la 'relatividad' inherente de la dialéctica materialista en su valoración del capitalismo y su fase imperialista.
El marxismo no rechaza de forma absoluta el modo de producción capitalista, sino que, por el contrario, es el primero en reconocer las características revolucionarias y progresistas de esta formación histórica. El avance tecnológico, social y humano en general que supone el capitalismo, contrasta, en muchas ocasiones favorablemente, con las diversas y repugnantes formas de explotación tradicionales y arcaicas que subsisten alrededor del mundo.
Un rechazo absoluto del modo de producción capitalista, solo puede llevar a un callejón sin salida que, bajo la falsa apariencia de una oposición revolucionaria y radical, se convierte, de facto, en una defensa de las oligarquías explotadoras locales, tradicionales y más atrasadas, es decir, en un timo de alto contenido reaccionario, sumisión y estancamiento.
Desde un punto de vista proletario, marxista, el imperialismo puede ser, y muchas veces es, un vector de progreso y revolución, destructor de métodos y condiciones atrasados y de sistemas de explotación bárbaros e inhumanos. Un indiscutible avance en la tortuosa senda del progreso social. De ahí que oponerse por principio a cualquier acto 'imperialista', no solo carece de sentido como la mayor parte de las actitudes izquierdistas, sino que es el mayor exponente de la locura contrarrevolucionaria.
Proletarii vsekh stran, soyedinyaytes'! - Proletarier aller Länder, vereinigt euch! - ¡Proletarios de todos los países, uníos!
¡Guerra de clases!¡Caciques al gulag!
¡Reciprocidad! ¡Repatriación! ¡Revolución!