Masiva redada contra los modelos empresariales chino y cortijero-español.
Gracias a su repugnante, odiosa y corrupta oligarquía y su no menos despreciable pueblo lacayuno, cobarde y supersticioso, Cortijo-España no ha dejado de ser esa tierra mítica y simplona de mantillas y panderetas, señoritos y tonadilleras, soñada por las inducidas alucinaciones, fiebres y delirios de los románticos del pasado.
Pero no hay gigantes, sino molinos y las embriagadas neblinas que envuelven a cármenes y escamillos, solo ocultan la secular explotación, el atraso y el fraude de un Antiguo Régimen que hunde los cimientos de su decrépita existencia entre las fosas comunes del trabajo.
Hoy, los pocos mecanismos en pie de un Estado secuestrado por la oligarquía, han actuado contra los modelos de inmigración y empresa, es decir, de explotación y abuso, impuestos por la nefasta casta política y comercial que, aliada con los señores feudales de la China más rapaz y capitalista y demás lugares del planeta, han hecho de la coacción, el estupro, el blanqueo de capitales, la tómbola, la esclavitud, el tráfico de seres humanos, el canibalismo, el soborno y el cohecho, las prácticas habituales de su subdesarrollado modo de improducción.
En esta encarnizada lucha de clases en que vivimos, la caciquía invitó al Dr. Fu Manchu a instalarse en Cortijo-España, desmantelando industrias y comercios nativos (calzado, textiles, etc...), para acomodar las actividades criminales de explotación extrema de la mafia china y, así, beneficiarse, no solo de la bajada de salarios y la presión moral sobre los trabajadores autóctonos y extranjeros, sino de los favores e influencias que este tipo de políticas traidoras conlleva en la misma China, donde los extranjeros, por lo general, están excluidos de todo tipo de actividad económica, si no es bajo la participación mayoritaria de socios chinos o grandes inversiones de capital como garantía. En definitiva, los caciques y sus tontos útiles, los nazi-izquierdistas, nos han vendido al voraz capitalismo chino, a cambio de operaciones mercantiles de sus empresas en la República 'Popular' China.
¡Caciques al GULAG!
Workers of the World, Unite!
¡Reciprocidad! ¡Repatriación! ¡Revolución!
