Monday, 15 October 2012

¡Sálvese quien pueda!


Taifas y guerra de clases.

Bajo el corrupto y depravado desgobierno de la caciquía, el avanzado estado de putrefacción de Cortijo-España no solo se manifiesta en índices económicos y financieros catastróficos e inhumanos (deuda privada, robo y corrupción, desempleo estratosférico, emigración e inmigración salvajes, etc, etc, etc...), sino en la desintegración de ese cuerpo político, clínicamente muerto, sobre el que se ha basado el poder de la oligarquía criminal en los últimos cuarenta años. 

El fomento de la división nacional y étnica adoptado por los caciques como instrumento de dominación sobre la clase obrera, está dando sus lógicos frutos, reminiscentes de las Taifas de los siglos XI, XII y XIII, en las que las luchas étnicas y raciales entre árabes, muladíes, bereberes y esclavos se reproducen bajo el barniz cristiano de las oligarquías locales y nacionales o sus millones de inmigrantes importados y que, tan funestas como las de antaño, impiden el avance y progreso de la historia. 

Ante el reto nacionalista, incluido el españolista, los proletarios han de mantener el nervio y fomentar la lucha y división entre los caciques y sus lacayos, con el fin de promover el bien supremo de la revolución proletaria. En esta lucha entre caciques, la clase obrera ha de mantenerse con mayor firmeza en el plano superior del marxismo y tomar ejemplo de una Iglesia Católica que, característicamente, ya se ha decantado por ambas partes para garantizar su victoria y supervivencia. 

Para los proletarios, Cortijo-España o sus derivados nacionalistas, sus caciques y sus lacayos, no tienen ninguna importancia y son absolutamente prescindibles, es decir, son solo instrumentos en el camino de la revolución y pueden ser sacrificados y consumidos, sin ningún reparo o remordimiento. 

El nacionalismo no puede solucionar la guerra de clases o decidir quién se apropia de las plusvalías, eso solo lo pueden decidir los proletarios en armas, sin embargo, el nacionalismo, bajo la influencia del proletariado, podría ser la espoleta de la revolución, la llave que abra la Caja de Pandora...


¡Caciques al GULAG!
Workers of the World, Unite!
¡Reciprocidad! ¡Repatriación! ¡Revolución!