En España existe una Constitución y una leyes que, aunque imperfectas, obligan a defender las fronteras y a cumplir ciertos requisitos a los extranjeros que quieran entrar y permanecer en el país. Sin embargo, los políticos y dirigentes en general, se han dedicado, ACTIVA Y PASIVAMENTE, a socavar la legalidad constitucional y a vaciar las leyes y reglamentos de su verdadero significado y sustancia, utilizando argumentos leguleyos y puramente formales para evadir el espíritu del orden democrático. También han impedido a las fuerzas de seguridad hacer su trabajo y han utilizado a las Fuerzas Armadas y otras organizaciones de salvamento, no para defender las fronteras y la integridad territorial de la nación o las leyes internacionales, sino para ayudar a importar inmigrantes y mano de obra barata, sin control alguno, fomentando y acogiendo, así, más y más inmigración. Los políticos y dirigentes no pueden, por tanto, evadir su responsabilidad en lo que solo se puede clasificar como actos de alta traición, pues son ellos los que han abierto y abandonado las fronteras y creado la constante propaganda y las organizaciones para que el asalto a esas fronteras sea posible, poniendo en peligro mortal a los españoles.
comité espartaco