Todos los males de España se deben a la desigualdad y a sus ideologías asociadas. Así, las leyes electorales fraudulentas, que tanto daño hacen a la democracia, son un compendio de desigualdad y fueron creadas para evitar e impedir la fuerza electoral del PCE, primando en la representación a zonas rurales y no obreras y a partidos nacionalistas.
El inmigracionismo, no es más que el tratamiento 'preferencial' y desigual de ciertos grupos y personas, a los que se deja asaltar las fronteras, evadir las leyes, ocupar lugares públicos y privados, obtener subvenciones injustificadas, competir deslealmente con comercios y trabajadores y establecerse en el país en condiciones desiguales a las del resto de nativos (pisos patera, trabajo negro, familias numerosas, venta de drogas, prostitución, criminalidad, etc...).
El feminismo, como es bien sabido, no busca la igualdad entre hombres y mujeres, sino la supremacía de ciertas mujeres, que utilizan su conexión con las estructuras de poder y la casta política, para obtener jugosas subvenciones y puestos de responsabilidad y mando, evadiendo el mérito y la libre competencia entre iguales.
El elegetebismo, otra versión del feminismo, persigue el trato privilegiado de ciertos 'colectivos', bien organizados, subvencionados y conectados con el poder, para imponer su voluntad y alzarse sobre los demás.
El secesionismo es una ideología supremacista, que bajo eufemismos como el 'hecho diferencial' o las 'autonomías o regiones históricas', solo fomenta la discriminación y la desigualdad entre los españoles, para que algunos 'diferentes' se apoderen de la propiedad de aquellos 'iguales' que siempre pagan.
El terrorismo etarra es parte del secesionismo y solo ataca a ciertas regiones y personas, menos iguales que otras. El terrorismo islamista, parte del inmigracionismo, ataca a los 'desiguales' infieles en iguales lugares públicos y no a los políticos supuestamente responsables de sus males.
La corrupción, individual, de empresas y grupos, no es más que la desigualdad hecha dinero, creada para que el Partido Comunista no pueda competir en igualdad de condiciones en la carrera electoral de una 'democracia' fraudulenta. La desigualdad es la peste, la Anti-España.
El inmigracionismo, no es más que el tratamiento 'preferencial' y desigual de ciertos grupos y personas, a los que se deja asaltar las fronteras, evadir las leyes, ocupar lugares públicos y privados, obtener subvenciones injustificadas, competir deslealmente con comercios y trabajadores y establecerse en el país en condiciones desiguales a las del resto de nativos (pisos patera, trabajo negro, familias numerosas, venta de drogas, prostitución, criminalidad, etc...).
El feminismo, como es bien sabido, no busca la igualdad entre hombres y mujeres, sino la supremacía de ciertas mujeres, que utilizan su conexión con las estructuras de poder y la casta política, para obtener jugosas subvenciones y puestos de responsabilidad y mando, evadiendo el mérito y la libre competencia entre iguales.
El elegetebismo, otra versión del feminismo, persigue el trato privilegiado de ciertos 'colectivos', bien organizados, subvencionados y conectados con el poder, para imponer su voluntad y alzarse sobre los demás.
El secesionismo es una ideología supremacista, que bajo eufemismos como el 'hecho diferencial' o las 'autonomías o regiones históricas', solo fomenta la discriminación y la desigualdad entre los españoles, para que algunos 'diferentes' se apoderen de la propiedad de aquellos 'iguales' que siempre pagan.
El terrorismo etarra es parte del secesionismo y solo ataca a ciertas regiones y personas, menos iguales que otras. El terrorismo islamista, parte del inmigracionismo, ataca a los 'desiguales' infieles en iguales lugares públicos y no a los políticos supuestamente responsables de sus males.
La corrupción, individual, de empresas y grupos, no es más que la desigualdad hecha dinero, creada para que el Partido Comunista no pueda competir en igualdad de condiciones en la carrera electoral de una 'democracia' fraudulenta. La desigualdad es la peste, la Anti-España.
comité espartaco