Tuesday, 27 September 2011

Allende o el Destino de la Izquierda

Decía Trotsky que, los partidos de izquierda, no son más que ratoneras para atrapar a miles, si no millones de incautos trabajadores y entregarlos indefensos a la despiadada represión de sus explotadores. En el Chile de Allende, como en muchos otros lugares, esta valoración se cumplió con devastadora precisión matemática.

La encarnizada guerra de clases en el Chile de los 70, como en el Cortijo-España de los 30, se canalizó erróneamente a través de los partidos izquierdistas que, por su misma naturaleza indecisa y vacilante, reflejo de su situación de clase, nunca pueden estar a la altura de las circunstancias.

Allende y su gobierno, como el Frente Popular español en su día, solo podían acabar en derrota y masacre, dada su fantástica concepción de la violencia en la historia y los utópicos ideales a los que estaban sujetos.

El caso de Chile, a pesar de las simpatías que Allende pueda despertar, es incluso más imperdonable, ya que contaba con una amplia experiencia de lucha en Chile y alrededor del mundo y los certeros avisos del KGB que fueron ignorados por un presidente ofuscado con la falacia pacifista de la toma de poder.

Es por eso que, el intentar presentar al presidente Allende como ejemplo de lucha a seguir, es un error izquierdista que solo puede llevar a las mismas, nefastas y horrorosas consecuencias.

Desde un punto de vista proletario, Allende es un error más en la larga lista de errores y desastres en la lucha contra la explotación. Un error, que puede ser contemplado con mayor o menor simpatía y grandes dosis de melancolía, pero un error de consecuencias catastróficas. Un suicidio colectivo.

Proletarii vsekh stran, soyedinyaytes'! - Proletarier aller Länder, vereinigt euch! - ¡Proletarios de todos los países, uníos!

¡Guerra de clases!¡Caciques al gulag!

¡Reciprocidad! ¡Repatriación! ¡Revolución!