El triunfo del Marxismo-Leninismo y la destrucción de la izquierda.
En solo veinte años desde la destrucción antidemocrática de la URSS, el capitalismo caníbal ha llevado a cabo una verdadera excavación arqueológica, desmantelando, una tras otra, las capas estratigráficas de la civilización creada por los trabajadores, en prolongadas y encarnizadas guerras de clases.
Hoy, tras el sistemático saqueo y robo de los 'monumentos funerarios' del socialismo, es decir, de las empresas más productivas y racionales, la seguridad social, las pensiones, la educación, el transporte y las comunicaciones, utilizando la mano de obra esclava de grandes masas de inmigrantes de todo el planeta y la connivencia y activa colaboración de la izquierda mundial, se está tocando el fondo de un extenuado Erario Público, por lo que la producción y la reproducción del capitalismo se ven amenazadas.
La crisis ha puesto al descubierto y corroborado, con pelos y señales, la exactitud de una ciencia proletaria que, hoy, debe figurar con honor y laureles entre las ciencias físicas y matemáticas más refinadas; una auténtica astronomía social.
La excavación y destrucción llevadas a cabo por las oligarquías rapaces, han deshecho el embrujo al que estaba sometida la sociedad y, eliminando todos los soportes que mantenían vivo a un capitalismo que necesita del saqueo y el robo para su reproducción, ha mostrado que éramos víctimas de un macroexperimento social, que tenía por objeto ocultar la exactitud y precisión del marxismo.
La izquierda, nunca ha sido más que un soporte de la explotación capitalista, un sucedáneo y substituto del verdadero movimiento proletario, al que debía impedir su desarrollo con infiltraciones, deformaciones teóricas, desmovilización, divisiones, derrotismo, espionaje, chivateo, desorganización y alianzas paralizadoras que facilitasen la derrota y el exterminio de los partidos comunistas.
Sin embargo, la ciencia proletaria, la lógica, ha terminado por imponerse y la izquierda se antoja, cada vez más y a más gente, como lo que es; ridícula, pusilánime, grotesca y traidora.
La batalla real, la guerra de clases, está a punto de reanudarse.
N.B: Censurado en Kaosenlared.net
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