La Nación Proletaria contra la Nación del Capital.
Las oligarquías criminales del Tercer Mundo, en sus ansias por acceder al expolio y saqueo del planeta utilizando las ventajas que la abundancia de mano de obra semi-esclava les brinda, extienden su repugnante ideología y enfermizas alucinaciones bolivarianas, epítomes de odio y racismo antioccidental criollo, como si de una epidemia se tratara. Sus falsas tesis sobre la dependencia y el imperialismo, que intentan ocultar la culpa de su mala administración y expolio de los pueblos a los que dominan, no son más que supersticiones religiosas dirigidas al público incauto e ignorante que ellas mismas han producido.
Hoy, muchos esperan de los BRIC la liberación del imperialismo, el colonialismo o la explotación, sin entender que solo colaboran con la sumisión y expolio más atroces que se puedan concebir, incluso más que aquel sufrido bajo los imperios occidentales más demoniacos.
Imaginar que los BRIC y los países del Tercer Mundo no son racistas o expoliadores o que no buscan su propio beneficio capitalista, es una locura de tal magnitud que, quizás, solo pueda ser disipada cuando se sufran sus nefastas consecuencias.
Tanto el despotismo oriental, como el esclavismo americano, representados por los BRIC, harán del imperialismo 'occidental', en comparación, un jardín de infancia, ya que no poseen el freno de los movimientos obreros, única garantía de progreso en todo el mundo.
Las ilusiones y fantasías que las oligarquías rapaces intentan inocular en grandes sectores de la población mundial, con delirios y narraciones sobre el 'Imperio', la dependencia Norte-Sur y la naturaleza de la guerra, solo pretenden ocultar la atroz explotación a la que están sometiendo a sus trabajadores y la destrucción de los avances proletarios en occidente, que son los avances de toda la humanidad y la medida de gran parte de la civilización y el progreso humano.
En esta Nueva Guerra Fría Contra el Trabajo en la que las élites del mundo se han embarcado, el objetivo es, como ya lo fuera en la Guerra Fría contra la URSS, desmantelar no solo todo vestigio de poder y administración obreros en occidente, último refugio de la clase trabajadora mundial, sino como reflejo y consecuencia de esa destrucción, la prevención de toda resistencia de clase en el resto del mundo.
El socialismo proletario, no es, ni puede ser, la lucha de naciones o razas por el dominio mundial, aunque se desarrolle en ese contexto, sino la lucha del Proletariado Mundial contra el Capital, la lucha de la Nación Proletaria contra la Nación del Capital.
¡Caciques al GULAG!
Workers of the World, Unite!
¡Reciprocidad! ¡Repatriación! ¡Revolución!
European Communist Party