La Revolución es sinónimo de GUERRA, de GUERRA DE CLASES, es decir, de la encarnizada lucha del trabajo contra la explotación del capital y, como tal, tiene una naturaleza militar.
En la toma de conciencia y en la percepción de su situación enajenada, el trabajo entabla una lucha sin cuartel contra el capital y su propia situación de masa amorfa, desorganizada e impotente, hasta conseguir, por medio de la lucha teórica y práctica, el carácter de verdadera clase opuesta a la burguesía explotadora.
La revolución proletaria, a pesar de constituir el cambio más radical de la historia de la humanidad, no es particularmente sangrienta en sí, ya que concentra el poder de la inmensa mayoría de la población trabajadora contra contra una minoría de explotadores. Sin embargo, la resistencia de las oligarquías a ser derrotadas por el partido del trabajo y la democracia y la clara posibilidad de que este partido esté desarmado y desorganizado, crea por lo general guerras civiles y represiones extremadamente sangrientas, que buscan recuperar o afianzar sus posiciones de dominio y hegemonía. Es por eso por lo que, los trabajadores necesitan organizar su defensa con las armas en la mano. Fundar ejércitos y sistemas de seguridad proletarios e implementar programas de represión contra una clase explotadora que se resistirá, a cada paso, al cambio democrático.
El verdadero partido obrero, por tanto, no es más que un centro político-militar. Una organización que coordina la lucha y prepara las batallas que, necesariamente, han de ser libradas para alcanzar la liberación. Todo grupo político que no ha entendido eso o es parte de las clases dominantes o, simplemente, será aniquilado sin piedad por las mismas.
No hay nada más cierto... 'La guerra es el padre de todas las cosas'.
Proletarii vsekh stran, soyedinyaytes'! - Proletarier aller Länder, vereinigt euch! - ¡Proletarios de todos los países, uníos!
¡Guerra de clases!¡Caciques al gulag!
¡Reciprocidad! ¡Repatriación! ¡Revolución!
(European Communist Party, in Facebook)