El agobiado Capital intenta negar al Trabajo que le sustenta.
Angustiados, los bomberos del Capital corren de un lado para otro con sus mangueras financieras y propagandísticas, haciendo malabares y trucos contables con los que intentan apuntalar y revitalizar su sistema de explotación y el expolio. Sin embargo, ensimismados en sus culos negreros, las oligarquías que nos dominan y aplastan, desesperan al comprobar que las medidas de sus ineptos y maravillados expertos y univer-sicarios, no producen los efectos anunciados.
Así, los billones y billones de euros robados a las haciendas públicas y donados al sector privado, los onerosos impuestos, gabelas y tributos exigidos a esclavizados súbditos, las concesiones económicas, políticas, legales y morales a empresarios corsarios y potencias extranjeras, las nuevas rondas de privatizaciones, despidos y rebajas de salarios, el desprecio más absoluto a la soberanía popular y al sistema democrático, no consiguen engañar, no ya a los trabajadores, sino al propio capitalismo que los exige.
Y es que, al final, la tozuda realidad siempre alza su simple y fea cabeza y pregunta con inexorable persistencia, ¿Qué se va a hacer con el Trabajo, es decir, con esos millones y millones de parados, consecuencia de un sistema capitalista desbocado y de sus concomitantes políticas de usura y saqueo? ¿Cómo, cuando y de qué manera deshacerse del enorme y creciente excedente de trabajadores creados por unas oligarquías empeñadas en maximizar, sin límites, su depredación, especialmente cuando las corrientes migratorias que mantenían vivo al monstruo, empiezan a ser cuestionadas hasta por las propias élites que las han creado?...
N.B: Censurado en elpais.com y kaosenlared.net
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