Sunday 29 July 2012

Teología de la Impunidad




Un rato con Rato o lecciones caciquiles de irresponsabilidad.


La reciente comparecencia de la alta caciquía ante el congreso golpista de Cortijo-España, con el fin de justificar su desvergonzado saqueo, robo y destrucción de las cajas de ahorro y del secuestrado y desvalido Estado Español, tiene todas las características de un ejercicio de afirmación teológica y ostentación arrogante de opresión contra un pueblo impotente ante la descarada agresión de sus explotadores. 


Las formas de esa farsa de comparecencia, son una confesión de la supremacía tiránica de la que disfruta la caciquía en un sistema amañado para su beneficio. Así y al contrario que en los EEUU o Gran Bretaña por ejemplo, donde aún preservan cierta etiqueta, los acusados o sospechosos de graves delitos y crímenes contra el Estado y el pueblo, aparecen en plataformas, física y moralmente elevadas sobre los supuestos representantes de la soberanía popular, arropados y protegidos por los presidentes de las comisiones de 'investigación' y permitidos acumular y diferir las anodinas preguntas de unos diputados pedantes, subyugados, ignorantes y cómplices, convirtiendo lo que debería haber sido un examen y juicio político de unos timadores profesionales, en una serie de lecciones y clases magistrales que esos timadores imparten sobre el resto de la castrada población. 


El contenido de la defensa caciquil, es un despliegue clásico del pensamiento religioso, invertido y teológico, de los explotadores. En su pervertido mundo, la caciquía asegura, jura y perjura, haber actuado con total probidad e, incluso, racionalidad extrema, sujeta a todos los mecanismos jerárquicos de control y mando del secuestrado Estado y su mejor hacer profesional, de expertos, de gente que sabe y que ya preveía la crisis por lo que, a pesar de reconocer difusamente que se han cometido errores, afirma que solo seguía órdenes de otras instancias y niega, rotundamente, cualquier responsabilidad o culpa y rechaza, con juegos de palabras y contabilidad creativa, cualquier noción de perdidas económicas y rescates públicos, a los que ha dado en llamar 'provisiones de futuro'. De esta manera, la culpa, evidente para todos en un sistema de nepotismo, amiguismo, corrupción y robo de la propiedad común y explotación extrema de los trabajadores que la crean, es entonces exteriorizada, objetivada en una crisis que viene del exterior y contra la cual, como contra los dioses, solo cabe resignación y sacrificios propiciatorios de la población más indefensa. 


La oligarquía, por tanto, no puede dejar de consumar la alienación teológica que acarrea su sistema de exacción y abuso (tanto en el plano de la economía política, como en los demás ámbitos de la sociedad) y que no es más que una inversión dialéctica que oculta la verdadera situación, pues no es la crisis, como la caciquía pretende, la que ha creado el 'modo de improducción' de Cortijo-España, sino el 'modo de improducción' de Cortijo-España el que ha creado la crisis.



¡Caciques al GULAG!
Workers of the World, Unite!
¡Reciprocidad! ¡Repatriación! ¡Revolución!