Aunque, debido a los caciques, los españoles son hoy más 'primos' que hermanos, la defensa de los tesoros y cementerios del Imperio Español, es una defensa de nuestros verdaderos hermanos españoles de ayer y de la clase trabajadora americana, española y del mundo de hoy. Al impedir que las oligarquías de América Latina y sus empresas privadas se apoderen de un tesoro que no es suyo, los españoles no solo protegen a sus muertos, trabajadores (que voluntaria o involuntariamente pertenecían al Imperio) y productos creados por sus gentes, sino que además, impiden que los explotadores de hoy, especialmente en las Repúblicas Bananeras de América, se hagan más poderosos y ricos y contribuimos, así, al debilitamiento de muchos de los herederos y culpables de la secesión y el subdesarrollo de América. Por otro lado, es importante detener la utilización de la arqueología y la historia como coartadas para el saqueo y la expropiación del tesoro público y proteger el patrimonio de la cultura material de la humanidad.
comité espartaco
