Fetichismo

Ofensiva clerical contra el marxismo. 

Los explotadores saben muy bien que solo la transformación marxista del descontento y las protestas generadas por la crisis, que hoy aún están dominadas por una mentalidad liberal y pueril, podrá conseguir la materialización de la filosofía, por lo que han redoblado sus esfuerzos, teóricos y prácticos, para controlar y destruir todo atisbo, todo amago, de reconstrucción y regeneración proletaria. 

Como antaño, a la vanguardia de la ofensiva caciquil contra el proletariado se encuentra el clero y las diferentes iglesias, que buscan impedir la acción racional y revolucionaria de los explotados mediante el reforzamiento de las clásicas distorsiones de la realidad y la creación de sucedáneos y bienes competitivos del comunismo, en el 'mercado' de la acción política. 

No es extraño, por tanto, encontrarse con iniciativas como las de la inmaculada señorita Forcades (http://www.publico.es/culturas/453678/siempre-ha-habido-dialogo-entre-el-marxismo-y-el-cristianismo), con las que se intenta reivindicar un falso 'acercamiento' y un 'diálogo' que nunca ha existido, entre el cristianismo y el marxismo y que pretende la dilución y desactivación de los elementos revolucionarios de este último y la recreación de ese socialismo cristiano (socialdemocracia de nuevo...???), que preservará la explotación capitalista. 

No se trata tanto de que el marxismo sea anticrisitiano, pues en realidad y a pesar de la furibunda propaganda, no lo es (solo hay que recordar los comentarios de Lenin al respecto), tampoco de que sea ateo, pues el marxismo es, incluso, una superación del ateísmo (ver Marx, http://comitespartaco.blogspot.co.uk/2013/04/marx-on-atheism.html), se trata de que la religión, criticada y despedazada hace ya tiempo por la filosofía clásica alemana, de la que el marxismo es parte integrante y esencial, se revela como el fetiche por antonomasia (ver Marx http://comitespartaco.blogspot.co.uk/2013/04/marx-on-fetishism.html), algo que Sor Forcades ha, conveniente y sospechosamente, 'olvidado' mencionar para, así, poder reivindicar y protestar 'la libertad radical dada al hombre por Dios' (nos preguntamos en qué planeta...!!!), una articulación cristiana del socialismo y el concomitante, consabido y machacón rechazo de la dictadura del proletariado (precisamente lo que más caracteriza al marxismo, ver Lenin y Marx, http://comitespartaco.blogspot.co.uk/2012/07/lenin-on-dictatorship-of-proletariat.html), la violencia proletaria y el dichoso comité central, es decir, el rechazo del marxismo al que decía defender y, en definitiva, de la revolución. 

Dictadura del Proletariado, Violencia Revolucionaria, Justicia Vengadora, Comités Revolucionarios y Comités Centrales en cada esquina, en cada barrio, en cada fábrica, en cada granja, eso es el Marxismo, eso es la Revolución, ese es el sendero luminoso de la Victoria.

¡Caciques al GULAG!

Workers of the World, Unite!

¡Reciprocidad! ¡Repatriación! ¡Revolución!

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Marx on fetishism

A commodity is therefore a mysterious thing, simply because in it the social character of men’s labour appears to them as an objective character stamped upon the product of that labour; because the relation of the producers to the sum total of their own labour is presented to them as a social relation, existing not between themselves, but between the products of their labour. This is the reason why the products of labour become commodities, social things whose qualities are at the same time perceptible and imperceptible by the senses. In the same way the light from an object is perceived by us not as the subjective excitation of our optic nerve, but as the objective form of something outside the eye itself. But, in the act of seeing, there is at all events, an actual passage of light from one thing to another, from the external object to the eye. There is a physical relation between physical things. But it is different with commodities. There, the existence of the things quâ commodities, and the value relation between the products of labour which stamps them as commodities, have absolutely no connection with their physical properties and with the material relations arising therefrom. There it is a definite social relation between men, that assumes, in their eyes, the fantastic form of a relation between things. In order, therefore, to find an analogy, we must have recourse to the mist-enveloped regions of the religious world. In that world the productions of the human brain appear as independent beings endowed with life, and entering into relation both with one another and the human race. So it is in the world of commodities with the products of men’s hands. This I call the Fetishism which attaches itself to the products of labour, so soon as they are produced as commodities, and which is therefore inseparable from the production of commodities.

Marx

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Das Kapital...!!!

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