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Thursday, 12 September 2013

Lenin on inflammable material




That is because, in the era of imperialism in general and especially today after a war that was a sore trial to the peoples and has quickly opened their eyes to the truth (i.e., the fact that tens of millions were killed and maimed for the sole purpose of deciding whether the British or the German robbers should plunder the largest number of countries), all these spheres of social life are heavily charged with inflammable material and are creating numerous causes of conflicts, crises and an intensification of the class struggle. We do not and cannot know which spark—of the innumerable sparks that are flying about in all countries as a result of the world economic and political crisis—will kindle the conflagration, in the sense of raising up the masses; we must, therefore, with our new and communist principles, set to work to stir up all and sundry, even the oldest, mustiest and seemingly hopeless spheres, for otherwise we shall not be able to cope with our tasks, shall not be comprehensively prepared, shall not be in possession of all the weapons and shall not prepare ourselves either to gain victory over the bourgeoisie (which arranged all aspects of social life—and has now disarranged them—in its bourgeois fashion), or to bring about the impending communist reorganisation of every sphere of life, following that victory.

Lenin


¡Caciques al GULAG!
Workers of the World, Unite!
¡Reciprocidad! ¡Repatriación! ¡Revolución!

Wednesday, 8 May 2013

Al-Nakba

 Catastrophe...!!!

Capitalist immigration as imperialist policy




¡Caciques al GULAG!
Workers of the World, Unite!
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Tuesday, 20 September 2011

Antiimperialismo Sincrético Bananero

Si Lenin caracterizó con exactitud las tres fuentes integrantes del marxismo, el antiimperialismo izquierdista de nuestros días, esa bazofia de sincretismo ideológico y moral de las repúblicas bananeras y los univer-sicarios pequeño burgueses del planeta, podría igualmente caracterizarse por sus tres componentes principales, a saber, el racismo tercermundista, la superstición izquierdista y el pensamiento mágico.

La grave explotación y expolio de las zonas periféricas del planeta, así como su atraso cultural y político secular, han dado lugar a una ideología con vocación de resistencia contra la parte más visible en la relación de explotación que sufren: el amo extranjero. Esta ideología, a la que denominamos 'Antiimperialismo Sincrético Bananero', dado su sincretismo y mezcolanza político-ideológica y su origen oligárquico periférico, ha permitido ocultar la pieza clave en esas relaciones de explotación, una pieza sin la cual, difícilmente podrían llevarse a cabo las actividades sociales más elementales. Esa pieza no es otra que la mediación explotadora de las élites locales, las cuales han fomentado y promovido las sospechas y aborrecimiento de las sociedades tradicionales hacia los extranjeros, con el ánimo de ocultar y preservar su papel rapaz en la salvaguarda o empeoramiento de las estructuras de explotación sobre las que medran. El racismo 'tercermundista' hacia los 'petit blancs' (como se les conoce en algunas regiones del Africa), se ha convertido así (tomando la forma de prejuicios de principio contra naciones y razas enteras, como los malvados yankees, el 'hombre blanco', 'el demonio extranjero' o el 'anti-americanismo o anti-europeísmo visceral'), en un mecanismo de refuerzo y afianzamiento del modo de producción y explotación local y sus élites, dirigiendo el objeto de toda crítica, descontento y frustración, contra el enemigo exterior.

La superstición, propia de pueblos y comunidades atrasados alrededor del mundo y bajo su forma izquierdista, un tipo de superstición moderna en las sociedades industriales, es otro de los trazos que definen el Antiimperialismo Sincrético Bananero. La fe desmedida en teorías y prácticas irracionales, como el pacifismo a ultranza, el desprecio a las armas, la ingenuidad política, la solidaridad cristiana, el idealismo y misticismo filosófico, etc, etc... han sido permitidos y alimentados por unas oligarquías que, aliadas a las extranjeras, han hecho presa fácil de sus oponentes.

El pensamiento mágico, fuertemente relacionado con la superstición y que cuenta, incluso, con manifestaciones con pretensiones artístico-literarias, ha difundido entre los pueblos de la Periferia un fervor imaginario alejado de todo pensamiento científico, propagando la idea de que hechizos y encantaciones varias o caudillos clarividentes y todopoderosos, oráculos 'castristas', 'gadafistas' o 'bolivarianos', puedan revertir el estado de indefensión material y moral en el que se hallan.

El Antiimperialismo Sincrético Bananero, reforzado por las lumbreras y univer-sicarios izquierdistas de los países desarrollados, que encuentran así una audiencia cautiva y de fácil manipulación, consiguiendo un impacto intelectual fuera de toda proporción con la categoría de sus elucubraciones es, por tanto, un producto de lo más atrasado de la humanidad y ha causado y continúa causando, estragos en las filas de los trabajadores del mundo entero en su lucha contra la explotación en todas sus formas. Solo la ciencia proletaria, el marxismo, puede acabar con este insoportable y deleznable estado de cosas.

Proletarii vsekh stran, soyedinyaytes'! - Proletarier aller Länder, vereinigt euch! - ¡Proletarios de todos los países, uníos!

¡Guerra de clases!¡Caciques al gulag!

¡Reciprocidad! ¡Repatriación! ¡Revolución!

(European Communist Party, in Facebook)

Saturday, 17 September 2011

El Mito Norte-Sur

Entre los falsos mitos y falacias que dominan la superstición y la irracionalidad izquierdista, el de la explotación norte-sur es uno de los más extendidos y populares. Reforzado por una iconografía impactante de 'negritos' en peligro en zonas de desastre y una insidiosa propaganda de carácter religioso y caritativo, fomentadas por las élites explotadoras, las nociones anti-científicas y anti-marxistas sobre la explotación norte-sur, han conseguido una inmerecida hegemonía 'intelectual y moral'. Las consecuencias de esta ideología burguesa, absorbida sin crítica por grandes sectores de la sociedad, han sido nefastas no solo para los países desarrollados, 'occidentales', sino para los subdesarrollados también. Son, efectivamente, estas 'teorías' fáciles, cómodas e infantiles, las que están en el origen de la mendaz 'justificación' de las políticas migratorias y las absurdas teorías 'cinematográficas' del imperialismo y sobre las que se basa, en última instancia, la explotación capitalista contemporánea y la devastación liberal de la clase obrera internacional.

El mito de la explotación norte-sur, pretende sustituir la lucha de clases entre capital y trabajo, por una supuesta y errónea entelequia; la explotación de los pueblos del sur, dechado de todas las virtudes humanas, por un 'malvado' norte, racista, egoísta, 'materialista' y decadente. Esta delirante fábula, tolerada y alimentada por las rapaces oligarquías del planeta, oculta las realidades más elementales de la explotación capitalista y sus sistemas de explotación asociados (feudal, esclavista...) y busca dividir y destruir la solidaridad de clase entre los trabajadores del mundo. Es así como se quiere encubrir la todo poderosa mediación de las élites locales en cualquier empresa de expolio y exacción, el furibundo racismo de muchos pueblos subdesarrollados, los horribles y repugnantes sistemas de abuso encontrados alrededor del mundo o el mayor grado de explotación sufrido por los trabajadores de occidente en general.

El rechazo de este mito antimarxista por parte de los trabajadores de todo el mundo, será un paso muy importante para la revolución internacional.

Proletarii vsekh stran, soyedinyaytes'! - Proletarier aller Länder, vereinigt euch! - ¡Proletarios de todos los países, uníos!

¡Guerra de clases!¡Caciques al gulag!

¡Reciprocidad! ¡Repatriación! ¡Revolución!

(European Communist Party, in Facebook)

Imperialismo Inverso

Entre las nefastas consecuencias de la confusión sembrada por el izquierdismo en el seno de la clase obrera, se encuentra la extendida y errónea concepción del imperialismo como única y exclusiva expresión del poderío y la arrogancia de las naciones occidentales.

La identificación Occidente e Imperio, es una simplificación tan extrema, como infantil y nace de un olvido premeditado de la historia como lucha de clases, a través del cual se pretende introducir la ilusión de la historia como lucha nacional de unos supuestos pueblos, dechado de virtudes y sin fisuras clasistas, contra otros. En este popurrí ideológico burgués, los buenos e inmaculados nativos, en armonía eterna y paradisiaca, son vapuleados por los demonios extranjeros, no por sus cualidades intrínsecas, sino por la satánica ayuda que derivan de su tecnología. La lógica consecuencia de esta visión de cuento de hadas es, no solo el 'enmascaramiento' de la lucha de clases local, sino la activa participación de la población trabajadora en el mantenimiento de los intereses y la supervivencia de las deplorables oligarquías nominalmente nativas.

El imperialismo es, ante todo, un fenómeno de clase y no solo nacional u occidental. Numerosas son las acciones militares imperiales de las oligarquías de los países del Tercer Mundo. Etiopía en Somalia y viceversa, la Libia de Gaddafi en Chad, China contra Vietnam, India contra Pakistán, Bolivia contra Chile, etc, etc... son ejemplos de acciones imperialistas que nada tienen que envidiar a las acciones de las potencias occidentales. Sin embargo, es con la globalización, fenómeno capitalista por antonomasia, es decir, de lucha de clases, con la que el potencial imperial de las oligarquías del Tercer Mundo se actualiza con toda su fuerza, pues es la globalización la que permite la utilización de las ventajas comparativas más importantes de los países subdesarrollados, a saber: la gran cantidad de mano de obra, su bajo coste, la falta total de condiciones laborales civilizadas, la debilidad de las organizaciones obreras, las políticas demográficas de superpoblación que garantizan más mano de obra y, no menos importante, los flujos migratorios, es decir, la forzada movilidad de una población educada y adiestrada en el liberalismo más atroz, el odio a occidente y dispuesta a todo para ganarse la vida.

Hoy, la expansión imperial del Tercer Mundo, que podríamos calificar de 'imperialismo inverso', se manifiesta con verdaderas colonias en occidente y, en el caso de China, por todo el mundo. Colonias que, por otro lado, solo han sido posibles gracias a la connivencia de las oligarquías occidentales y locales, demostrando, una vez más, la esencial unidad internacional, de clase, de esas oligarquías y el verdadero carácter del imperialismo capitalista.

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Thursday, 15 September 2011

Imperialismo y Revolución

Una de las manifestaciones que plasman la profunda diferencia entre marxismo e izquierdismo, es la absurda, infantil, equivocada y reaccionaria concepción izquierdista del imperialismo, que se deriva, en última instancia, de una pobre y ruinosa comprensión filosófica en general y, muy especialmente, del capitalismo.

La crudeza intelectual de las posiciones izquierdistas, que no son más que un deslucido sucedáneo de la ciencia proletaria, impide a sus 'tenderos' concebir la 'relatividad' inherente de la dialéctica materialista en su valoración del capitalismo y su fase imperialista.

El marxismo no rechaza de forma absoluta el modo de producción capitalista, sino que, por el contrario, es el primero en reconocer las características revolucionarias y progresistas de esta formación histórica. El avance tecnológico, social y humano en general que supone el capitalismo, contrasta, en muchas ocasiones favorablemente, con las diversas y repugnantes formas de explotación tradicionales y arcaicas que subsisten alrededor del mundo.

Un rechazo absoluto del modo de producción capitalista, solo puede llevar a un callejón sin salida que, bajo la falsa apariencia de una oposición revolucionaria y radical, se convierte, de facto, en una defensa de las oligarquías explotadoras locales, tradicionales y más atrasadas, es decir, en un timo de alto contenido reaccionario, sumisión y estancamiento.

Desde un punto de vista proletario, marxista, el imperialismo puede ser, y muchas veces es, un vector de progreso y revolución, destructor de métodos y condiciones atrasados y de sistemas de explotación bárbaros e inhumanos. Un indiscutible avance en la tortuosa senda del progreso social. De ahí que oponerse por principio a cualquier acto 'imperialista', no solo carece de sentido como la mayor parte de las actitudes izquierdistas, sino que es el mayor exponente de la locura contrarrevolucionaria.

Proletarii vsekh stran, soyedinyaytes'! - Proletarier aller Länder, vereinigt euch! - ¡Proletarios de todos los países, uníos!

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